Nimes es una de las ciudades más antiguas de la región de Occitania, con una historia que abarca 2,000 años. La “Roma francesa”, donde parece que una hermosa romana con toga y sandalias doradas acaba de desaparecer tras la esquina.
Después de la batalla en las orillas del Nilo y la victoria sobre Marco Antonio y Cleopatra, el primer emperador romano, Octavio Augusto, comenzó a ampliar las fronteras del Imperio Romano.
En el territorio de la antigua ciudad de Nimes había tierras fructíferas y un lugar muy bonito para establecer una nueva ciudad. La construcción comenzó y mucho se ha conservado hasta nuestros días. Incluso ahora pueden caminar por los escalones que recuerdan los pasos de los legionarios romanos.
El Imperio Romano nunca sufrió de modestia y, con su característico esplendor, construyó un anfiteatro que recuerda al Coliseo y una plaza principal — el foro — donde aún se conserva un templo romano.
Las calles medievales de Nimes guardan muchos secretos. Es aquí, donde por primera vez se comenzó a medir el tiempo. En la Edad Media, las personas se guiaban por el sonido de las campanas de las iglesias, que anunciaban la hora con su número de repiques.
Y fue en Nimes donde se construyó la primera torre con un reloj, cuya campanaanunciaba el cambio de hora a todos los ciudadanos. Surgieron intensas disputasentre el alcalde de la ciudad y el clero, ya que la Iglesia no quería perder su controlsobre la gente, porque quien controla el tiempo, controla el mundo...
En una de las plazas de la ciudad vivía un hombre que dió al mundo un hábito terrible: el fumar. Trajo tabaco al sur de Francia desde las lejanas Antillas.Paseando por el casco antiguo de Nimes, hay que visitar la mansión familiar de uno de los más famosos “intrigantes” franceses: el embajador de Francia en Roma, el célebre cardenal de Bernis, “amigo cercano” de la famosa Madame de Pompadour, quien, gracias a su protección, obtuvo el prestigioso cargo de Ministro de Asuntos Exteriores de Francia.
En Nimes verán el textil local colorido llamado soleado. Manteles, servilletas, faldas y blusas parecen estar impregnados de los vivos colores del sol del surfrancés, transmitiendo el calor y la luz de este lugar incluso a distancia.
Y, por supuesto, la tela más famosa de Nîmes, utilizada por casi la mitad de la población mundial a diario: el denim. En el siglo XIV, en Nîmes produjeron una tela llamada serge de Nîmes. Esa tela era exactamente con la que se hicieron las velas de los barcos en 1492, cuando Cristóbal Colón partió a descubrir América.Sin estas resistentes velas, no sabemos si habría alcanzado su destino.Y gracias al empresario estadounidense Levi Strauss, esta tela se convirtió en el famoso denim con el que ahora se fabrican los jeans en todo el mundo.
Precio de la visita:
Visita completa: Nîmes y el Puente del Gard (6-8 horas) – 500 €. Diseñado para 1-4 personas.
Visita panorámica por el Centro Histórico de Nîmes con visita al Anfiteatro Romano (3 horas) – 250 €.
Las entradas a los museos y el almuerzo no están incluidos en el precio del tour y se pagan por separado.
Lugar de inicio de la visita:
Frente à la Maison Carrée.